EXTASIS ANFIBIO en tierras del Moncayo

El día 19 de abril nos dirigimos hacia una serie de balsas que se encuentran en las faldas del Moncayo.
En estas fechas es fácil poder observar a las dos especies de tritón presentes en la zona. En esta ocasión vimos varios tritones jaspeados.

Triturus marmoratus

Balsa cercana a San Martín del Moncayo

Siempre nos alegra comprobar que siguen existiendo buenas poblaciones en esta zona.
Una de las sorpresas del día, fué encontrarnos con un eslizón tridáctilo. Son tan rápidos que normalmente solo te da tiempo de ver el característico movimiento que producen en las hierbas cuando se escabullen. Sin embargo, al ser un día algo fresco, este no estaba muy activo y se dejo hacer unas fotos. Son las únicas fotos algo decentes que hemos podido hacerle a esta especie.

Eslizón tridáctilo - Chalcides striatus

Algunos al verlo, pensaríais que se trata de un Lución o incluso una serpiente. Pues no. Es un lagarto.
Si os fijais en las fotos pueden distinguirse sus cuatro diminutas patas provistas de tres dedos cada una.  (Podéis pinchar en la foto para agrandarlas y verlas con mayor calidad)

Poco antes del atardecer, marchamos hacia una charca cercana a la población de Ambel.
Cuando llegamos ya estaba anocheciendo. Y quedamos impactados por el enorme estruendo que producían la gran cantidad de sapos corredores que allí cantaban.
Unos metros antes de llegar a la charca, nos asomamos a unos sifones que cruzan por debajo de la carretera y en los cuales suelen quedar atrapados animales. En uno de ellos pudimos rescatar a una pequeña culebra bastarda y en el otro a varios sapos corredores y un sapillo moteado. En la primera foto se puede ver lo poco que asomaba a flote de la culebra.

Sapillo moteado

Ya andando hacia la charca varios sapos se nos cruzaron corriendo en la misma dirección que nosotros. Incluso casi pisamos a este sapo de espuelas.

Pelobates cultripes

Al asomarnos a la charca, quedamos impresionados por el espectáculo que teníamos ante nuestros ojos. Cientos de sapos corredores se agolpaban en las orillas, además en pleno éxtasis de actividad.
Decenas de amplexus, trifulcas entre machos, llamadas de apareamiento...... Nunca habíamos visto algo igual. Imposible de contabilizar la cantidad de sapos que había. Unos cuantos cientos ¿ Quizás mil?

Amplexus de Bufo calamita

Hembra de Sapo corredor en la carretera

Allí nos quedamos un buen rato observando sin molestar, los diferentes comportamientos de esta especie.
Un buen día herpetológico, sobretodo por el eslizón tridáctilo y el increíble espectáculo nocturno.
UN SALUDAZO A TODOS!!!!!!!!                                                                                                       Nos vemos en la próxima entrada "Obervación balsas Alcubierre Parte2"