Este sapo llega a alcanzar unos 5cm pero como podréis comprobar en las fotos, estos ejemplares recién metamorfoseados eran demasiado pequeños para ser atrapados por mis manazas, así que eché mano de la colaboración de mis sobrinos para fotografiarlos.
En otra balsa situada a escasos metros varias ranas comunes se lanzaban al agua al oir nuestros pasos
Uno de mis sobrinos gritó "esta es diferente" y efectivamente, había encontrado una ranita de san Antonio reciénmetamorfoseada.
Era difícil distinguirlas entre la vegetación, pero después pudimos ver muchas más.
Aún tuvimos tiempo de parar en una balsa de hormigón y rescatar a mas de 100 sapos comunes reciénmetamorfoseados que se habían quedado sin posibilidades de salir de la misma.
Mis sobrinos no entendían como esos mismos sapos, podían llegar a ser mas grandes que la palma de mi mano.
Después de aprender un poco más sobre la naturaleza nos fuimos a casa. A merendar!! Incluido yo. je,je.
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